Desde antaño, Graus se ha destacado por la elaboración de Longaniza.
Continuadores de aquella tradición, hoy día no solamente se ha seguido
manteniendo su calidad y sabor, sino que se ha mejorado.
Con una cuidada elaboración y la utilización de ingredientes naturales, la
longaniza de Graus es el máximo exponente de la amplia variedad de embutidos
elaborados en la zona. Curada en secaderos naturales, al cobijo de los picos más
altos del Pirineo. La Longaniza de Graus tiene unas características
inconfundibles que le otorgan una calidad, un sabor y una presencia
características.
En su elaboración se emplea carne magra de cerdo (un mínimo del 70%) y
panceta, papada o tocino (nunca puede sobrepasar el 30%). como condimentos y
especias pueden emplearse sal común, pimienta, orégano, nuez moscada, anís o
vinos olorosos, clavo y otras especias naturales (salvo pimentón), combinados
con las características tradicionales de la comarca. Debe presentar un aspecto
homogéneo y de ligazón a la masa, enbutiéndose en tripa natural. La presentación
es en forma de herradura, de 20 a 70 cm. de longitud. No es casual que nuestra
Longaniza esté acreditada con la marca Aragón Calidad Alimentaria. Un sello que
sólo pueden exhibir quienes mantienen un estricto compromiso con la pureza de
los ingredientes y la máxima exigencia en su manipulado. Así hacemos en Melsa la
Longaniza de Graus, natural, tradicional: pura calidad.