Como muestra su mismo nombre, la Longaniza de Aragón es una de las recetas más tradicionales y extendidas de la región; por eso fue el primer producto en contar con un reglamento de utilización de la marca Calidad Alimentaria. En la gastronomía aragonesa, los embutidos y derivados del cerdo forman una larga lista; pero en ella, la longaniza siempre ha ocupado un puesto puntero y en las tradicionales matacías caseras se le dedicaban las mejores carnes y un especial cuidado.
La longaniza de Aragón amparada por la marca "Calidad Alimentaria" tendrá las siguientes características: Forma cilíndrica más o menos regular presentado en herradura. Consistencia firme y compacta al tacto. La tripa estará bien adherida a la masa. El corte se presentará homogéneo, liso y bien ligado, sin coloraciones anormales y con una diferenciación clara entre fragmentos de carne y tocino. El olor y el sabor serán los característicos que proporcionan los condimentos y el proceso de curación. El aspecto exterior será limpio o con ligera flor blanca.